Técnica metamórfica

¿En qué consiste esta técnica?

En la técnica, que se basa en la reflexología, se trabajan los pies, manos y cabeza con masajes, presiones y caricias; estos tienen influencia y relación con los aspectos mentales y emocionales de la persona.

Con el masaje se libera y alivia la tensión mental y emocional, lo que induce a la relajación física. La persona recupera la fuerza vital y los bloqueos mentales y emocionales son eliminados. El efecto es placentero y relajante produciéndose una sensación de bienestar, fluidez y plenitud.

Tecnica metamorfica

¿Cómo se descubrió?

Hace más de 50 años Rober St John trataba como reflexólogo podal a una niña de 18 meses con síndrome de Down, sin ver los resultados que esperaba con este tratamiento. Un día empezó a acariciar el pie de la pequeña,  sin embargo, mientras lo hacía se fijó en que la mirada de la niña había cambiado, se transformaba.  Descubrió que justamente estaba acariciando la zona refleja de la cabeza y de la columna situada en el lateral del pie. De esta manera siguió probando durante días observando mejorías en la niña, incluyendo en su respiración (ya que sufría una fuerte congestión pulmonar) y en su descanso. Las transformaciones estaban sucediendo. Con el tiempo decidió acariciar las mismas zonas reflejas en las manos y la cabeza, viendo transformaciones cada vez más importantes, incluso en el físico de la pequeña ya que llegó a su adolescencia sin los rasgos característicos del síndrome de Down. Durante sus investigaciones Robert probó esta experiencia en autistas, en enfermos crónicos, en accidentados, en traumas físicos y/o emocionales, et. Con su experiencia fue comprobando cómo las personas tratadas con la técnica metamórfica no sólo mejoraban físicamente, sino que tenían otra actitud ante la vida, más positiva, más activa y con mayor fuerza de recuperación e incluso de regeneración.

¿Cómo puede suceder todo esto?

Realmente nuestra naturaleza es estar sanos y como cualquier cosa que es natural, innata, está grabada en nuestras células como algo instintivo; tenemos esa información en nosotros y la capacidad de ayudar también, aunque lo olvidamos.

Hace años se pensaba que muchas enfermedades eran incurables, sin embargo hoy en día no sólo se curan, sino que incluso algunas han desaparecido. Creo que la medicina tradicional está evolucionando y como tal, va cambiando: lo que ayer no era posible, hoy lo es.

La información de nuestras células es poderosa y ha absorbido toda nuestra vivencia incluso antes de la concepción. En el vientre materno, entre la tercera y quinta semana, comenzarán a desarrollarse en el bebé el corazón, el cerebro y la médula espinal. La médula ósea va a formar las células sanguíneas desde, aproximadamente, la semana 18 hasta nuestra muerte. ¿No es lógico pensar que esas células deben de llevar información?

Sabiendo que los puntos reflejos que comenzó a tratar Robert correspondían a la cabeza, columna e ilíaco y que nuestra médula espinal está recogiendo información desde antes de nacer y creando células hasta nuestra muerte, es fácil asociar ambos datos y comprender cómo al catalizar ciertos puntos de nuestro cuerpo podemos recuperar esa información sanadora que habíamos olvidado.

Si unimos a esto que somos mucho más que un cuerpo físico, que nuestras emociones nos afectan incluso haciéndonos enfermar, que nuestra energía interactúa con nuestro entorno, que somos un conjunto al completo y que cualquier problema o enfermedad afecta a todo ese conjunto, no es de extrañar que si nuestro ser recuerda, si nuestras células nos muestran el camino, podamos sentirnos mejor, más a gusto con nosotros y sanar la enfermedad que, a veces, no deja de ser un mensaje que te da tu cuerpo porque no sabe otra forma de hablarte, sobre todo cuando hace tiempo que no te escuchas.

¿Qué beneficios nos ofrece esta técnica?

  • La sensación de paz interior.
  • Serena relajación acompañada de bienestar.
  •  Capacidad de reaccionar de forma diferente ante las circunstancias.
  • Activación de su energía vital, de la alegría y del entusiasmo.
¿Para qué personas está indicada la técnica metamórfica?
  • Esta técnica se puede emplear con cualquier persona de cualquier edad ya que no presenta contraindicaciones ni restricciones.
  • Esta técnica está especialmente indicada para:
  • Desórdenes emocionales como depresión, ansiedad, baja autoestima e inseguridad.
  • Trastornos del sueño, insomnio.
  • Problemas respiratorios, síndromes alérgicos y asma.
  • Cefaleas y migrañas.
  • Problemas digestivos, tales como pesadez, digestiones lentas, gases, dispepsias, ardores.
  • Desórdenes infantiles de cualquier índole, ya sean físicos o emocionales.
  • Síndrome de Down, síndrome de Asperger, hiperactividad y autismo, entre otras.
  • Enfermedades terminales (como ayuda a la aceptación del tránsito).
  • La concepción, la gestación y el parto (los facilita expresamente por sus características específicas de liberación de memorias prenatales).
  • La prevención de malformaciones fetales y alteraciones cromosómicas.
  • Personas que se enfrentan a una enfermedad o que afrontan alguna discapacidad.
  • Accidentes y traumatismos severos, parálisis.
  • Las adicciones de alcohol, tabaco, droga, comida, etc.
  • Ancianos y cuidadores.
  • Niños con problemas escolares, adolescentes y sus familiares.
  • Cuidadores, educadores y terapeutas sanitarios o para-sanitarios.

Cada sesión dura aproximadamente una hora y suelen tener una frecuencia semanal, sin embargo esta frecuencia puede verse alterada realizándose varias sesiones a la semana o prolongándolas algo más en el tiempo.

 

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